El siglo XXI, que se inició hace poco, continúa y acrecienta las violencias personales y sociales del siglo XX: exclusión, injusticia y miseria estructurales, dominación cultural, criminalidad urbana, opresión de la mujer, guerrilla, depredación ecológica, etc. Aún peor, apenas comenzado el nuevo milenio, se está ya propugnando una nueva guerra global, que aparentemente no respeta los derechos humanos y que está siendo absolutizada por ambos lados: lucha entre un terrorismo que recurre hasta el suicidio, con tal de destruir al enemigo, y una "guerra preventiva que no admite neutrales y ha sido emprendida según el espíritu del lejano oeste como una especie de cruzada contra el "eje del mal". Según mi opinión se está dando hoy lo que Bemard L...